miércoles, 26 de septiembre de 2012

¿Sabes cuantas veces te he necesitado y no has estado? ¿Lo sabes? No, no lo sabes. Porque no estabas aquí  para darme un abrazo y decirme "Eh, ya esta, ya estoy aquí  todo ha acabado". Tampoco sabes la de veces que he hecho maravillas para verte un puto segundo. Y tu pasabas por mi lado, como si no existiera, con tu maldita preciosa sonrisa, y tu forma de caminar tan tuya. Dejando ese rastro de perfume que tanto odiaba porque no hacia otra cosa que enamorarme mas de ti. Y tu eso tampoco lo sabias. ¿A que no? Porque tenias una vida perfecta, y yo daba igual, no era nadie. He llorado mas por ti, que por todo lo que llorare en esta vida. Te metiste en mi cabeza, y decidiste que no querías salir. ¿Y yo que iba a hacer? No conseguía olvidarte. Y tampoco pedía tanto, ni si quiera que me besaras, aunque fuera lo que mas deseara en ese momento. ¿En ese momento? Lo deseaba, lo necesitaba como al oxigeno cada segundo de mi vida. Sentirte cerca, acariciarte, abrazarte con fuerza para que no te volvieras a ir. Sentir tus labios sobre los míos  sobre mi cuerpo. Te necesitaba. Y no estuviste ni un solo segundo. Y ni si quiera me preguntaste. Nada. Y ya no lloro por ti, ya no me sale. Las lagrimas amargas ya no están, ni estarán nunca más. Te dedicare toda mi rabia sobre el papel, pero ya no llorare nunca más. He aprendido. Si, esta vez he aprendido. Y he aprendido que quererte ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida. Que esa sensación de mariposas era increíble  Pero también ha sido el peor error de mi vida. No me arrepiento de haberte querido. Es más, si me hubieras dejado, te hubiera enamorado. Pero no me dejaste luchar por ti. Y ahora esto se acaba aquí. 
Me volví loca intentando encontrar la manera de que me quisieras, o al menos, de poder olvidarte. Y no hubo forma. No te ibas. Y siempre habrá algo que me recuerde a ti. Me dejaste huella. Y tu tampoco tienes la culpa. ¿O si? No lo sé, no te culpo. Soy yo, que tengo esa estúpida manía de enamorarme de los imposibles. Y a veces los consigo, pero no. A ti no te he conseguido. Te dedico esta ultima sonrisa amarga que me sale al recordarte. Quiero que sepas, que siempre seré tuya.